LA AGENDA DE MADRE, 1964 Volumen 5

380 páginas

    “La única esperanza para el futuro del hombre es un cambio en su consciencia. Son los seres humanos los que decidirán si colaboran o si el cambio les será impuesto por la fuerza de circunstancias aplastantes”

     A medida que la nueva Fuerza se infiltraba en el cuerpo de Madre, es el problema mismo de la Tierra lo que se plantea. “Esta vibración de la intensidad de un fuego superior ¿cómo podrá absorberla la Tierra? Veo muy pocos cuerpos a mi alrededor capaces de soportarlo... así que, no sé qué pasará”.

     Es el año de la primera bomba atómica china. Madre tiene 86 años. “Una infiltración minúscula, infinitesimal, puntillosa... ¡es el milagro de la Tierra!” ¿Un milagro... catastrófico? ¿Acaso la mariposa no es una especie de catástrofe para la oruga? “La muerte no es una solución, por lo tanto estamos a la búsqueda de otra solución; tiene que haber otra solución”.

     Imperturbablemente, Madre va descendiendo los grados de la consciencia celular, y más profundo aún: “Una especie de certeza en el fondo de la Materia de que la solución está AQUÍ... que es en este nivel atómico donde es preciso que esto cambie; se trata de este estado de vibración infinitesimal en la Materia”, justo donde el tiempo desemboca en otra cosa: “¿Será en el pasado por donde me paseo, o quizá en el futuro, o en el presente acaso?...”

     Incluso la Materia cambia de ley: “E n cuanto uno desciende al dominio de las células, esa especie de pesadez de la Materia desaparece. Esta vuelve a ser fluida, vibrante. Lo que prueba que la pesadez, el espesor, la inercia, son algo que ha sido añadido. Se trata de la falsa Materia, la que pensamos o sentimos, pero no de la Materia tal y como es”. ¿Será, entonces, la verdadera Materia, la Materia de la próxima especie?  “Estoy justo en la frontera de una percepción nueva de la vida, como si ciertas partes de la consciencia mutaran del estado de oruga al estado de mariposa...”

     Y la Tierra gritaba y protestaba contra... ¿contra qué? “Toda la juventud parece estar poseída de un curioso vértigo” ...¡Pasaremos, o no, a una próxima especie?